Los usuarios que han tomado una sauna o baño de vapor, pueden frotarse durante 1 minuto con hielo las piernas y brazos, cuya tolerancia al frio es muy superior a la del resto del cuerpo. Se puede continuar posteriormente por el pecho y otras zonas.
Se puede enfriar también con una ducha fría, pero recomendamos la fuente de hielo, pues evita los posibles desmayos o vahídos que puede producir a algunas personas el agua fría cayendo sobre todo el cuerpo.
Al enfriarse las extremidades se consigue una fuerte reacción del sistema circulatorio periférico.
Invitamos posteriormente a pasar a la sala de descanso, bien abrigados, hasta que el corazón vuelva a su ritmo normal.